En el corazón de la Rambla de Catalunya, en pleno centro de Barcelona, se alza el emblemático edificio modernista que una vez albergó el antiguo Cine Club Coliseum, inaugurado en 1978.

A través de sus proyecciones, el Club Coliseum retrataba historias ficticias e inspiraba a los barceloneses a través del arte escénico. Hoy, nuestro vínculo con los inicios de este edificio sigue siendo el mismo que el de aquel Club: contar historias e inspirar a los que nos visitan, pero esta vez, a través de la gastronomía, nuestro propio arte.